- 220 gramos de harina de repostería
- 80 gramos de cacao en polvo
- 225 gramos de azúcar
- Un sobre de levadura
- 200 ml de aceite de oliva suave
- 75 ml de leche entera
- 4 huevos grandes
- Ralladura de un limón grande
- Una pizca de sal
Preparación:
Comenzaremos esta receta tamizando bien la harina, y la mezclamos en un recipiente amplio junto con la levadura, el cacao en polvo y una pizca de sal. Tras lavar bien el limón, vamos a rallar su piel sobre la mezcla anterior, y reservamos para usarla más adelante. Es buen momento para poner el horno a calentar a 200ºC, para que vaya alcanzando esa temperatura mientras hacemos la masa de magdalenas.
Con la ayuda de una batidora con varillas, vamos a mezclar primero el azúcar con los huevos, hasta conseguir una mezcla homogénea, a la que añadiremos el aceite y la leche y volveremos a batir lo mejor posible. Sobre esta mezcla líquida, vamos a ir añadiendo la mezcla de ingredientes sólidos que hicimos antes, pero hay que añadirla siempre de forma controlada, es decir, agregamos un poco de la misma y batimos hasta integrarlo bien. Así haremos poco a poco hasta tener todo bien mezclado y consiguiendo una masa fina y sin grumos.
Con esa masa vamos ahora a rellenar los moldes para magdalenas, nunca hasta el borde, ya que hay que dejar como un dedo de grosor libre, para que la magdalena pueda subir al hornearse pero sin que sobresalga demasiado del molde. Decoramos con un poco de azúcar por encima de cada molde y esperamos que el horno esté a 200ºC, momento en el que vamos a hornearlas durante unos 20 minutos.
Una vez las magdalenas tengan buen color por la parte de arriba, y antes de sacarlas del horno, comprobamos que su interior está bien hecho, pinchando el mismo con un cuchillo o similar. Si sale limpio, ya tienes las magdalenas bien hechas por dentro, si sale manchado, déjalas un poco más y vuelve a comprobar hasta que estén listas.
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